A la hora de llevar a cabo la integración uno de los principales problemas con los que se enfrentará el periódico es a los resistentes. Entre los cabecillas de este cuerpo de oposición se hallan los periodistas más veteranos o conocidos también como periodistas de papel, que ven como algo inviable que la gente prefiera leer las noticias en el ordenador a comprar el tradicional periódico de papel recién impreso por las mañanas.
La clave para combatir este enemigo va unida al propio proceso: “integración”. El primer paso es formar a estos periodistas para que pierdan esa desconfianza ante lo digital, que no es más que miedo e inseguridad ante la novedad y a que infravaloren su trabajo. Además, deben aprender a manejar lo mejor posible las nuevas herramientas, familiarizarse con ellas y que exploren así las riquezas de este medio.
Otra medida que se ha de tener en cuenta para contar con el apoyo de estos periodistas es pactar los salarios de acuerdo con la nueva estructura de la empresa. Aunque es muy difícil seguir unas pautas en cuanto a este tema lo que se debe evitar son las discriminaciones salariares de los periodistas de papel respecto a los periodistas digitales.
Estos periodistas tradicionales suelen entender que la integración no es más que la absorción de la empresa de papel por la digital. En este punto hay que tener en cuenta que la integración ha de llevarse a cabo adecuadamente para evitar este tipo de interpretaciones.
Montserrat Santana Santana
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