El 21 de enero de 2009 el consejero delegado de El País, Juan Luis Cebrián, anuncia la fusión de la redacción digital con la de papel. Se produce así, el mayor cambio estructural en la historia de El País desde su nacimiento en 1976.
Un año antes, el mayor rival de este periódico, El Mundo, había anunciado la convergencia de sus redacciones; Público nace con ellas fusionadas. La pregunta parece clara: ¿qué hacer en un momento de incertidumbre económica y de crisis en el papel?. En El País debieron de pensar que renovarse o morir. Así que apostaron por la unión como símbolo de modernidad para “ganar competitividad manteniendo su independencia”.
Principales cambios
Con esta medida comenzaron una serie de cambios e innovaciones en el periódico con más difusión de España. En primer lugar hay que señalar una serie de cambios económicos y empresariales. Elpais.com pertenecía a prisacom, al fusionarse con el de papel se crea un mando único bajo el nombre de El País. A nivel práctico significa que los 500 trabajadores de prisacom pasaban a realizar tareas junto a los de la edición en papel. Además se crean dos nuevas empresas: una de ellas prestará servicios administrativos, de sistemas, recursos humanos y distribución, entre otros, para la editora de EL PAÍS; y otra aglutinará el área de producción. Un proyecto ambicioso con fecha de límite para ponerse en marcha el 1 de enero.
Primeros problemas: "la brecha generacional"
Sin embargo, un mes después del anuncio de la fusión, algunos medios de comunicación ya se hacían eco de la resistencia de los redactores más veteranos a trabajar en las condiciones que exigía la nueva redacción. De nuevo aparece el problema de la “brecha generacional” y del reciclaje, así como la formación. Es necesario que exista comunicación entre los periodistas y una formación adecuada para que no haya experiencias traumáticas y que ésta pueda llevarse a cabo.
Tres meses después de la fusión la Directora Adjunta a elpais.com, Lydia Aguirre, no tenía muy claro si estaban o no totalmente integrados. Existe un integración física, puesto que ambos equipos conviven bajo el mismo techo y porque según ésta trabajan de forma coordinada. Sin embargo, se trata de dos empresas distintas. Escuchamos a Lydia Aguirre.
A la hora de hablar del trabajo del día a día, se observa en las palabras de la Directora, que tampoco existe una integración como tal.
Con todo ello, se observa que no existe una unión total de ambas redacciones. Se necesita un cambio, una nueva estrategia para llegar a alcanzar la integración anunciada, tres meses antes, por Cebrián.
Tamara Raposo
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